domingo, 8 de septiembre de 2013

Hucachina. Entre dunas

Hucachina se esconde entre grandes dunas de arena, más altas que muchas montañas que conozco.
Si llegas de noche (como yo), solo podrás imaginar la belleza de esas figuras recortadas contra el cielo.Y de pronto amanecerá, quizás lo haga nublado, pero más tarde o temprano el sol acabará venciendo a las nubes dejándote con esa increíble sensación de ver que a tu alrededor todo es arena dorada.






Pero Huacachina no es un Oasis encantado en medio del desierto. A pesar de que tiene su propia leyenda, Ica no está a más de 15 minutos en taxi (que no os cobren más de 8 soles), y estar tan cerca de la civilización lo convierte en un destino tipico de turistas y viajeros (vamos un buen Corte Inglés en Rebajas). Sin embargo no pierde su encanto con las casitas bajas, los hoteles con grandes piscinas y jardines y su única y extraña discoteca en la que todo el mundo va a bailar, y donde no puedes olvidar comerte una de las hamburguesas de Casa Arena que por solo 4 soles son las más deliciosas del mundo entero (o por lo menos de Huacachina.



 A pesar de la belleza de la laguna, sus pájaros y sus botes, el aspecto del agua no parece muy limpio, y además parece que desde hace años su origen no es que digamos muy natural, a pesar de que el oasis fue un balneario durante mucho tiempo y hay gente que todavía viaja para aprovechar las "propiedades medicinales" de las aguas de Huacachina.





El desierto, los areneros y el sandboarding son otros de los atractivos de este pueblecito. El desierto aporta calma, tranquilidad y una extraña euforia. Los areneros es como ir en una montaña rusa en la que no hay railes, algo impactante y sobre todo muy muy emocionante. Pero sin duda lo mejor es la belleza recortada del desierto contra el cielo, el amarillo y el azul contrastados al más no poder. Si puedes hacer sandboarding, ¡hazlo! Y atrévete a lanzarte por una duna enorme de pie sobre la tabla, la sensación del viento en la cara es increíble, incluso la de la arena cuando decides que vas demasiado rápido y que tirarte al suelo es la mejor opción.  Si no puedes coger un buggie (presupuesto, disponibilidad, lo que sea...) busca junto a la laguna o pregunta donde alquilan tablas y disfruta de la sensación de deslizarte sobre la arena.
 


 Si te quedas, aprovecha para pasear por los hoteles y restaurantes antes de elegir uno, la comida te la van a cobrar no  muy barata así que elije uno de esos restaurantes con hamacas entre las mesas o en los que  puedes tumbarte al césped y ver animalitos correr por el suelo. Y aprovecha Huacachina para tumbarte al sol, junto a la piscina con una cerveza en una mano y un libro en la otra, cosas como éstas no tienen precio.








Lo mejor: disfrutar del sandboarding y  de la piscina con una botella de cerveza en la mano.


Lo peor: cuidado con los precios de la comida y lo que incluyen, el único sitio que no nos pareció un timpo fue un restaurante cerca de Casa Arena que vendían anticuchos en la puerta y que más o menos calidad-precio estaba bien.


Consejos: si eres como yo que ve "habitación común 20 soles menos" y piensa, ¿por que no? recuerda que una linterna o algo de luz te vendrá bien, que los enchufes son un lujo y que si quieres guardar tus cosas "a salvo" te interesa llevarte un candado. Y lleva mucha carga en la cámara (es una putada quedarse sin cámara en mitad del desierto.










Detrás se ve la sirena que según la leyenda habita en la laguna. 







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