Book fighting.
O como unir en un cuarto a más de 20 personas que aman escribir, contar relatos o simplemente escucharlos.
La idea creo que no es original, surge de Lucha libro, una curiosa iniciativa que enfrenta a dos escritores a un combate simple. 5 minutos, 3 palabras y sus dedos al teclado de un ordenador para crear una historia a fragmentos.
La noche, en mi caso consistió en aderezar a los escritores con lo que es la segunda afición de cualquier literato que se preste: un chupito de vodka era la puerta del segundo tiempo del combate, y a los dos minutos y medio o bebías o no seguías escribiendo. He de decir que esto fue añadiendo caos y vueltas inesperadas a las historias, cada vez un poco más incomprensibles, cada vez un poco más personales, cada vez más reales.
Paseo entre sus lunares, cual astrónomo entre las estrellas recorrió una a una las pecas de su espalda recorriendo con los ojos, con los dedos, con los labios las marcas que la vida había hecho en su piel.Y quizás no era justo, no era cierto que estaban allí uno frente a otro, uno contra otro enfrentados y unidos en el mismo abrazo. Y ¡joder, ni siquiera era correcto! Pero no había nada en el mundo mejor que escribir una noche más la línea de sus labios de sus senos, frente a la cruda realidad que luchaba por alejarlos de todo.Todo saltó. La ropa, el tanga, calcetines, las sabanas y la cama, el mundo entero se había olvidado entre sus brazos. Y todo ¿por qué? ¿Para qué?(Escribir, Astrónomo, Tanga)
Lo que surgen son historias como éstas, hechas de trozos, de recuerdos, de momentos vividos o deseados o quizás de los que nunca lo fueron, o de los que se detesta. Por que al final todos escribimos sobre nosotros, en mayor o menor medida, en deseos públicos o secretos, en sueños deseados y conseguidos, en lo que quieres o no quieres que sea tu vida… pero al final sobre nosotros mismos.
Y así paso mis viernes noche en Lima
No hay comentarios:
Publicar un comentario